Esencia


Quizá una de las decisiones más difíciles de tomar, debido a sus implicaciones sociales, es la referente a la educación de nuestros hijos; y ojo, hablamos de educación, no de escuela.

Por definición, el término educación se refiere a la crianza, enseñanza y doctrina que se da a los niños y a los jóvenes. 

La parte de la Crianza se refiere a todos los principios de urbanidad, atención y cortesía que como personas e integrantes de un grupo social (ya sea la familia, la comunidad o el mundo entero) deberíamos observar con la finalidad de mantener la sana convivencia. Hablamos de cosas como el decir por favor, gracias, ser respetuosos, responsables, etc.

La Enseñanza es la parte de la educación que se encarga de transmitir y adquirir conocimientos, principios e ideas. Aquí podemos hablar de Matemáticas, Ciencias, Historia, principios espirituales, valores, costumbres e ideas familiares, etc.

Y por último encontramos la Doctrina, que viene siendo la norma científica o el paradigma que nos dice "Cómo" debe hacerse todo lo anterior. Son las reglas religiosas, sociales, filosóficas o políticas que ofrecen "Una forma correcta" para hacer las cosas. 

Es decir, cuando hablamos de educación nos referimos a todos aquellos factores que resultarán en la formación integral de un individuo, por lo que no podemos únicamente centrarnos en la adquisición de conocimientos.

Hay muchos factores que podemos considerar a la hora de "diseñar" la educación que queremos para nuestros hijos: ¿espiritual, religiosa, laica?  ¿bilingüe, bicultural, polilingüe, clásica?  ¿vegetarianos, omnívoros? ¿deportistas, sedentarios? ¿escuela o educación en casa? ¿metodología clásica, Montessori, Waldrof, Humanista, de Inteligencias Múltiples...? y mil cosas más... sin embargo, hay dos aspectos claves que marcarán el flujo de la educación:

  1. Los padres y la familia; uno no puede enseñar lo que no es, ni se aprende lo que no se vive.
  2. Algo que nosotros consideramos básico y vital para el desarrollo de nuestros pequeños: su esencia.

La responsabilidad de guiar y formar a estos pequeños es nuestra, como padres y jefes de familia hay ciertos valores y aspectos que tenemos que inculcar a nuestros hijos muy independientemente de si están motivados a hacerlo, o de que tan sencillo resulte; y todos las decisiones que tomemos en cuanto a los factores de formación influirán en mayor o menor medida a la hora de forjar su personalidad; sin embargo, hay momentos y decisiones en las que la esencia de cada uno de nuestros hijos (si aprendemos a respetarla) será la que establezca las pautas para lo demás.

Es por eso, que a nuestro parecer, una de las preguntas que deberíamos plantearnos como padres antes de tomar algunas decisiones es: ¿Quién es mi hij@?.

Para ser capaz de responder a las preguntas de ¿quién es mi hij@? ¿cuál es su esencia? ¿qué lo hace feliz? ¿quién podría llegar a ser? ... se requieren dos cosas Híper importantes
1. Conocerl@s, y...
2. Tu honestidad (aquí empiezan los conflictos)

Estamos conscientes de que nuestros hijos pueden cambiar una y mil veces a lo largo de su crecimiento y desarrollo; por ejemplo, escogerán cada día una nueva profesión: bomberos, astronautas, doctores, bailarines... pero si miramos más allá de sus elecciones "profesionales" veremos que hay algunas características que pueden predominar y que son, por decirlo de alguna manera, rasgos muy fuertes de su carácter; solemos decir por ejemplo: Fulanita habla toooodo el día, Perenganito no se baja de los árboles, Sutanita disfruta muchísimo disfrazarse y actuar, Menganito no suelta la pelota... y ya sea una u otra cosa, es algo que sabemos, es algo que sentimos, que notamos... es casi imposible no saber quiénes son; pero para algunos, el aceptarlo es la parte complicada, ya que puede no ser lo que esperaban que fuera o lo que les gustaría que fuera (el típico quiero que sea abogado y resulta que ama la poesía).

Entender y aceptar lo anterior no te dará la llave mágica de la educación perfecta, pero te podrá dar un punto de partida bastante atinado a la hora de diseñar algunos aspectos de su educación. Si has notado que tu pequeño ama las artes, puedes buscar talleres artísticos (deportivos, musicales, científicos... o cualquiera que venga al caso), si es muy sociable puedes buscar actividades con mucha convivencia, si es más tímido probablemente algo más pequeño le convenga más... y así sucesivamente.

En cuanto al segundo punto (la honestidad), es indispensable que aprendas a separar lo que tú quieres, lo que a ti te gustaría, lo que tú buscas... de lo que quieren ellos. Si tú eres un genio orador, un cantante excelso, un deportista sublime, pero notas que tu pequeño no... de nada te va a servir forzarlo, llevarlo a cuanta clase, taller o campamento puedas con tal de que aprenda a amarlo... Si bien te va, tal vez tengas suerte y aprenda a tolerarlo o quererlo un poco; sino, terminaras frustrándolo de por vida.

Obvio hay que tener muy buen criterio a la hora de decidir hasta dónde es correcto y saludable "dejarlo ser" y dónde empieza tu guía oportuna y certera, establecer límites es muy importante, notar que nuestro pequeño ama el fuego no significa que debamos alentarlo a jugar con el, pero sí podemos orientarlo para que lo conozca, sepa como funciona y darle los elementos necesarios para que algún día si lo desea pueda ser un gran bombero y no un piromaníaco. Recuerda que en un 99.9% prohibir algo generara mucho más interés, así que trata de orientar y ofrecer alternativas, no de prohibir.

Una vez que hayan decidido el tipo de educación que desean para ellos y que hayan llegado a un acuerdo entre su esencia y los límites, es hora de buscar, planear y organizarse para que así suceda. 

Hablamos de programarse en casa para alcanzar esa meta, debemos recordar que cualquier actividad externa, ya sea una escuela o talleres, será un apoyo y complemento... no la base de su educación.

La base debe darse en el hogar, y debemos buscar fomentar en casa lo que se busca inculcar en ellos.


Todo en tu hogar debe representar esa meta, las reglas de la casa, las actividades, los programas de tv que permites ver, los juegos, el vocabulario; e igualmente, todas las actividades externas deberán coincidir con lo que se practica en casa.

En fin, la Coherencia, será tu nueva y mejor amiga.

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