Padres vs Maestros
https://www.myfreedo.com/education-system-1969-vs-2017-comparison-between-the-two-generat
Una
tendencia popular hoy en día es asumir que por el simple hecho de enrolar a
nuestros hijos en "x" o "y" escuela (mucho más si es de
paga) inmediatamente y como por arte de magia ellos se convertirán en personas
aptas para el mundo: competentes, trabajadores, exitosos, súper inteligentes,
educados, cultos, refinados, de excelentes modales, con una alta moral, sentido
de empatía... en fin, asumimos que con solo mandarlos a la
escuela tendrán tooooda la instrucción que requieren para
que eso se haga realidad.
Sobra
decir que éste es un ideal por demás improbable; ya que a pesar de que nuestros
hijos pasan gran parte de su día en la escuela, es en casa donde se forman los
valores, el carácter y nos guste o no, será a nosotros a quienes imiten, ya que
la maternidad/paternidad representa muchas cosas: trabajo, esfuerzo, entrega,
compromiso, constancia, paciencia y empatía pero sobretodo EJEMPLO; y
al final, a quien agradezcan o culpen por quienes han llegado a ser será a
nosotros, no a la escuela.
Las
escuelas nos ayudan a transmitir conocimientos, deben secundar y respaldar
nuestra manera de educar en casa, por lo que es muy importante conocer su
filosofía, sus valores, su manera de trabajar y no solo inscribirlos en alguna
por la sencilla razón de que nos queda cerca, está muy bonita o porque ahí van
los hijos de mis conocidos.
De igual manera, los maestros deberán cumplir con esa labor de secundar nuestra forma de educar, pero no podrán dar a nuestros hijos lo que no se da en casa. Debemos tener en cuenta que por muy personalizada que la educación pueda ser en la escuela el maestro debe atender a varios niños, cumplir con ciertos horarios y requisitos, compartir ese tiempo con otros maestros y actividades y debe enfocarse en que los niños aprendan académicamente; por lo que si hablamos de formación esa nunca se dará igual que como en casa.
Desafortunadamente
las "obligaciones" del día a día como el trabajo,
la casa, las deudas... hacen que nos veamos inmersos en actividades que
ocupan lo más valioso que poseemos: El tiempo. Y es precisamente por
falta de tiempo que actualmente se ha generado una creciente expectativa en la
que se espera que la escuela, o en su caso todas las clases
extracurriculares a las que nuestros hijos puedan tener acceso, se
encarguen de aquello para lo que no nos es posible crear un tiempo en tan
apretadas agendas: Educar a NUESTROS hijos.
No se trata de abandonar el trabajo, cambiar de vida, volverse un monje y leer 80 libros diarios para poder transmitir todo el conocimiento que tu pequeño sea capaz de absorber en un día... No, simplemente te decimos que sí es posible organizar nuestra vida, con todas sus obligaciones, diversiones y compromisos, para lograr hacer de la educación de nuestros hijos algo tan divertido, cautivador y con tanto significado que se logre así una trascendencia maravillosa para el resto de su vida, y de la tuya.
Ya sea que se elija educar al 100% en casa o que asistan a la escuela, se debe siempre tener presente el hecho de que como padres somos responsables de su educación, que la escuela es un apoyo y que podemos trabajar en conjunto con los maestros, pero nunca delegarles nuestra obligación de educar y formar a nuestros hijos.
Sin importar si pasamos con ellos una hora o las 24 horas del día, somos su mayor ejemplo a seguir, y lo importante es aprender a hacer contar las horas, que cada minuto que pasamos con ellos o los que pasan en otras actividades cuenten y que sean una excelente inversión para su persona.
Ten por
seguro que al hacer de tu familia una prioridad, las demás áreas en tu vida se
acoplarán a ese plan de manera perfecta.
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