Calendarización general
Una de las ventajas del Homeschooling es que somos nosotros quienes decidimos el momento adecuado para realizar trabajos académicos, la forma en que deseamos llevarlos a cabo, los horarios, los materiales, los descansos y todo lo demás.
El primer paso en la organización de nuestro periodo académico, mucho antes de comenzar a planear actividades y proyectos, es la CALENDARIZACIÓN.
Si tomamos como referencia el calendario escolar de la SEP, deberíamos contar con un mínimo de 185 días de trabajo académico y un máximo de 200. Esto nos da un margen de entre 165 y 180 días de descanso, los cuales puedes organizar como mejor le acomode a tu familia: fines de semana, días feriados, cumpleaños, días de enfermedad, vacaciones, etc...
Para visualizar mejor a lo que nos referimos, si decidiéramos trabajar todos los días, de lunes a domingo, hasta terminar los días de trabajo y juntar todas las vacaciones para el final tendríamos aproximadamente 7 meses de trabajo y 5 de descanso. ¿Nada mal no?
Es por esto que al educar en el hogar tenemos una mejor organización y aprovechamiento de los momentos de aprendizaje, ya que los adaptamos a lo que como familia necesitamos y queremos, e incluso durante las vacaciones se puede aprender de manera divertida.
Por ejemplo:
- Hay familias que calendarizan sus actividades realizando trabajo académico durante 4 semanas y descansando una, durante todo el año (no hay vacaciones grandes, sino varias pequeñas)
- Hay familias que se adaptan al calendario escolar para hacer empatar actividades extracurriculares (como cuando pertenecen a un equipo deportivo) las cuales normalmente se ofrecen siguiendo dicho calendario.
- Hay familias que se toman pequeñas y grandes vacaciones y aun así completan los trabajos académicos.
- Hay quienes no llevan una calendarización precisa y van ajustando los aprendizajes sobre la marcha ...
En fin, opciones hay tantas como creatividad tengas.
Para nosotros el periodo académico da inicio en el mes de septiembre y termina en el mes de junio; sin embargo, puedes iniciar actividades junto con el año (en enero) o en cualquier otro mes del año sin ningún problema, la idea es que tengas un punto de partida y una meta a la cual dirigirte y que te sirvan de faro a lo largo del proceso.
En la planeación de nuestras actividades lo primero que hacemos es marcar en el calendario las fechas durante las cuales no tenemos pensado trabajar: cumpleaños, fines de semana, Navidad, Año Nuevo, Semana Santa. Nosotros no solemos darle mucha importancia a los puentes y días de asueto oficiales por ejemplo.
Si tienes ya fechas importantes como algún torneo del equipo deportivo de tus hijos, viajes de negocios, visitas familiares u otras actividades del estilo es recomendable calendarizarlas de una vez para organizar mejor el trabajo que se puede realizar (o no) durante esas fechas.
También es recomendable marcar efemérides, días internacionales o fechas generales de cierta relevancia que pudieran ayudarte a planear actividades específicas para ese día (como el día de la Tierra, el día de la Paz, etc.) Estas fechas suelen ser buenas para despertar el interés en ciertos temas y propiciar el trabajo académico.
Recuerda que es muy importante tenerlo a la mano y en un lugar visible para no perder la meta; así que aunque suelas trabajar en la computadora es recomendable contar con una copia impresa donde puedas ir realizando cambios y modificaciones sobre la marcha.
Una vez que tengas tu calendario anual completo, cuenta los días reales de trabajo que tendrás cada mes y a partir de aquí comienza a pensar en las actividades y proyectos que te gustaría realizar durante este periodo académico.
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