Estilo de Vida

 


Cuando las familias comienzan el camino hacia el cambio de educación escolarizada a educación en casa, una de las primeras cuestiones que se plantean es ¿cómo trabajar? ¿qué currículo llevar? o incluso si sería necesario llevar un currículo o no; de ahí que muchas veces se puedan pasar semanas o incluso meses buscando y preguntando a quien se pueda ¿cuál es la mejor manera / currículo / metodología para hacer homeschooling?; sin embargo, en la mayoría de los casos esto los lleva a toparse con pared... ¿por qué? simple, porque no existe una mejor manera de hacer homeschooling, ni un solo mejor currículo o metodología para llevarlo a cabo puesto que todo se basa en el estilo de vida que cada familia lleva.

Hacer homeschooling no es tan básico como comprar un libro que te guste, es parte de un estilo de vida donde toda la familia está involucrada de manera cotidiana con el proceso de educación, y es precisamente por esta razón que la propia dinámica familiar (individual, irrepetible y única de cada familia) forma parte integral del proceso.

Cuando alguien se decide por hacer dieta, es probable que tarde o temprano fracase debido a que sus hábitos y costumbres constantemente lo llamarán de regreso a aquello que conoce y domina. Cuando uno tiene una dieta, significa que, ya sea por hábitos inculcados o por hábitos adquiridos recientemente, han logrado incorporar esa dieta a su estilo de vida, es una manera de comer rutinaria y normal que ya forma parte de ellos. 

Si una persona se levanta un día con el propósito de hacer ejercicio pero no está decidido a incorporarlo a su estilo de vida, a su rutina, a su normalidad... también es probable que abandone la tarea en unos cuantos días.

Lo mismo sucede con el aprendizaje en casa, hay que estar decidido a hacer de este tipo de aprendizaje una rutina, una normalidad y parte integral del estilo de vida familiar para que perdure, por lo que evidentemente lo primero que hay que tener claro es ¿cuál es su estilo de vida?

Las familias que se decantan por esta opción comprenden la implicación que supone este tipo de educación y la dedicación en tiempo y espacio que conllevan. La carga emocional, el trabajo constante en todas las áreas de la vida y la convivencia continua dan pie a la vivencia de momentos únicos que refuerzan los vínculos afectivos pero que a la vez transforman la dinámica familiar. No se trata solo de la formación académica, sino del desarrollo armónico de toda la familia, ampliando sus funciones y recuperando parte de aquellas inherentes y naturales al sistema familiar. La familia aprende junta, la curiosidad es materia prima que se comparte y una salida al campo se transforma en aprendizaje de biología, una lectura familiar en aprendizaje de gramática, lengua y ortografía, una visita al museo en aprendizaje de arte y de la vida misma un aprendizaje constante.

Así que elegir un estilo, una metodología, una currícula para hacer homeschool es algo que impactará a toda tu familia y su estilo de vida, por lo que antes de escoger y empezar a hacer homeschooling es indispensable estar conscientes de las dinámicas familiares y el estilo de vida para procurar que el homeschooling se adapte al mismo y los cambios que se presenten sean mínimos o bien, se hagan con la finalidad de mejorar dichas dinámicas en beneficio de toda la familia.

Para ayudarte en la selección puedes redactar tus dinámicas (las que te gustan y no quieres cambiar, y aquellas que te gustaría mejorar) y tus metas familiares,  y a partir de ahí dilucidar ¿cuál de estos métodos (currículas, estilos...) se adapta más a mi familia y nuestro estilo de vida? y por supuesto, no importa cuál termines llevando a cabo, si no se ajusta a tus necesidades o al estilo de vida familiar, recuerda que siempre podrás cambiar y probar otro hasta encontrar el adecuado.



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